La sífilis es una enfermedad que infecta al ser humano desde tiempos inmemoriales, y que en la actualidad ha rebrotado con especial virulencia. Hasta la fecha, todos los esfuerzos para desarrollar una vacuna efectiva se han enfrentado a la gran dificultad que supone el hecho de que resulta muy complicado estudiar en el laboratorio al Treponema pallidum, el microorganismo que la causa.

Solo se ha logrado su cultivo en células de conejo. Pero el organismo de este animal depura naturalmente la infección, lo que no resulta muy útil para su estudio. Además, las proteínas que se localizan en la superficie de este microorganismo tienen la habilidad de mutar muy rápidamente, lo que les permite esquivar a nuestro sistema inmune, y lo que hace muy difícil desarrollar una vacuna.

Pero, ahora, un equipo de la Universidad de Connecticut ha logrado superar esos escollos. Y lo han hecho buceando en el genoma de la Treponema pallidum, que es sorprendentemente pequeño, ya que tan solo posee mil genes. Los investigadores se centraron en descubrir genes que permaneciesen estables y comprobar si se encargaban de codificar algunas proteínas que también permaneciesen estables y no mutasen rápidamente como la mayoría. Y los resultados fueron positivos.

Ahora, el siguiente paso será intentar atacar al microorganismo desarrollando un anticuerpo que actúe sobre dichos genes y las proteínas que codifican.

Fuente: LIFL Science.

Vicente Fernández López