No fue su noche. Vamos a reconocerlo. Fallo tras fallo, el guardameta del Liverpool, Loris Karius, acabo encajando 3 goles en la final de la Champions League contra el Real Madrid que hicieron sospechar de que algo le pasaba. Unos hablan de que lleva cometiendo fallos ridículos desde hace tiempo y otros que realmente le pasaba algo. Un hecho que ha parecido confirmar el Hospital General de Massachusetts tras un exhaustivo estudio de su cabeza.

Pongámonos en situación en el día de los hechos. Al parecer, momentos antes del minuto 51 del partido, el capitán del equipo blanco, Sergio Ramos, habría pegado un codazo a Karius en la cabeza. Una situación que, en un primer momento, no tendría por qué haber ido a más. Pero fue tras ese momento cuando tuvo lugar uno de los errores que evidenciaban el comportamiento extraño del cancerbero. Nadie entendía cómo pudo hacer un saque en corto con Benzema a apenas unos metros, lo que provocó que el francés aprovechase para usar este despiste y marcar el primer gol de la noche, al que luego siguieron otros dos de Bale en el minuto 64 y el 83.

Ahora, un informe realizado por el Hospital General de Massachusetts apunta que tras realizarle un TAC y analizar las imágenes del golpe, pueden confirmar que el pasado 26 de mayo, el joven sufrió una conmoción durante el partido. Los médicos no han concretado cuál sería el momento exacto en el que pudo suceder este hecho, pero, el golpe que le propinó Sergio Ramos con el codo podría explicar esta situación.

Según el estudio que le han hecho, “los principales síntomas residuales y signos objetivos del señor Karius sugieren que sufrió una disfunción espacial visual que probablemente ocurrió inmediatamente después del suceso. Es posible que tales déficits afectasen a su rendimiento”.

El informe apunta que el portero ha mostrado una mejora significativa y que esperan que se recupere pronto. Por lo tanto, esperan que no vuelva a tener estos problemas espacio-visuales que no le permitan distinguir bien las distancias y los movimientos que hace.

¿Será una campaña de marketing para ocultar los fallos garrafales o realmente ha sufrido un golpe tan fuerte como para comportarse así?

Alberto Pascual García