Muchas personas no duermen lo suficiente, y eso puede acabar ocasionando problemas de salud bastante serios. Así lo revela un estudio realizado por el Karolinska Institute de Estocolmo, que revela que el ratio de mortalidad era un 65% superior entre os adultos de menos de 65 años que duermen tan solo cinco horas o menos al día, que entre aquellos que dormían seis o siete horas diarias.

La parte buena de la noticia es que, según los investigadores, ese riesgo de muerte prematura que parece estar asociado al hecho de dormir poco, se reduce si la falta de sueño durante los días laborales, se compensa durmiendo más horas el fin de semana. Es decir, que remolonear en la cama el sábado y el domingo, y levantarnos dos o tres horas más tarde de lo que es habitual, parece ser bueno para nuestra salud.

Pero tampoco hay que pasarse durmiendo, porque el exceso de sueño también parece ser malo. El mismo estudio pone de manifiesto que aquellas personas que duermen más de ocho horas diarias de lunes a domingo, también tienen un 25% de riesgo extra de morir de forma prematura.

Y lo más llamativo de todo es el hecho de que ese riesgo de muerte prematura que tienen quienes duermen menos de cinco horas diarias, parece desaparecer cuando ya se ha superado la barrera de los 65 años. Las cusas no están claras, pero parecen sugerir que las personas de más edad tienen otras necesidades de sueño diferentes al resto.

fuente: NewScientist.

Vicente Fernández López