El filósofo Gustavo Bueno murió tan solo dos días después que su esposa. La actriz Debbie Reynols falleció un día después de la muerte de su hija, Carrie Fisher. Y el cantante Johnny Cash solo sobrevivió cuatro meses a su esposa June. Estas tres historias son solo otros tantos ejemplos de un fenómeno bastante común: muchas personas no sobreviven en el tiempo a la muerte de sus seres queridos.

Ahora, un nuevo estudio realizado por un equipo de la Rice University, ha revelado que las personas que acaban de enviudar tienen un 41% más de riesgo de fallecer en los tres meses siguientes a la muerte de su pareja. Los análisis realizados revelaron que las personas viudas tenían niveles más altos de TNF-alpha y de IL-6, dos tipos de marcadores del sistema inmune que revelan el riesgo cardiovascular. El hallazgo significa que aquellas personas que han perdido a su compañero/a sentimental, tienen una mayor propensión a padecer problemas cardíacos y circulatorios graves. Además, las pruebas realizadas revelaron que los viudos y viudas tenían también un 20% más de probabilidades de sufrir depresión.

No es la primera vez que un estudio da un resultado similar. Ya en 2012, otra investigación realizada por la Universidad de Harvard, reveló que el duelo provocado por la muerte de un ser querido puede poner en riesgo la salud de la persona. Según esta investigación, la posibilidades de sufrir un ataque al corazón o un infarto cerebral se disparan hasta un 20% tras el fallecimiento de un ser querido, y el riesgo se mantiene durante un período que puede variar entre las veinticuatro horas y los dos meses, según las personas.

Fuente: ScienceAlert.

Vicente Fernández López