Los Centros de Prevención para el Control de Enfermedades de Estados Unidos han reportado la primera muerte por un brote de la bacteria E. coli vinculada a un tipo de lechuga que se cultiva en la región de Yuma, en Arizona. Al parecer todo comenzó el pasado 21 de abril, cuando se detectaron los primeros casos de contagio. Desde entonces, más de 52 personas han tenido que ser hospitalizadas, lo que supone un promedio alto para este tipo de bacteria. Aún así, la cepa identificada es especialmente virulenta, por lo que es normal que los ingresos sean mayores y que las complicaciones se multipliquen.

En principio, la Escherichia coli es una bacteria que vive en el intestino humano y el del ganado bovino y porcino. Suele ser inofensiva y como mucho solo provoca diarreas, pero algunas cepas, como a la que se están enfrentando en EEUU, pueden llegar a ser extremadamente peligrosas. Y es que pueden ocasionar enfermedades como el Síndrome Urémico Hemolítico, en el cual se produce un fallo renal y, en ocasiones como la que estamos contando, ser mortal.

¿Cuáles son los principales síntomas?

Suelen tardar una media de entre 3 y 4 días en aparecer una vez consumido el alimento contaminado. Pueden incluir fuertes calambres en el estómago, diarreas con sangre y vómitos. A pesar de que lo normal es recuperarse en una semana, otros pueden desarrollar la insuficiencia renal de la que hablábamos, algo que requiere hospitalización. Las cepas más fuertes han aprendido a sortear el efecto de la mayoría de los antibióticos, de ahí que haya que tener mucho cuidado con contagiarse. Es importante cocinar la carne y la verdura a más de 70 grados de temperatura. En caso de consumir la carne en crudo, mejor separarla del resto de alimentos, y si se trata de verduras, lavarlas bien con agua y algún producto desinfectante.

Por el momento, la cepa está controlada, pero los Centros de Prevención para el Control de Enfermedades están en alerta por lo que pudiera pasar.

Alberto Pascual García