La publicación especializada Journal BMJ Case Reports recoge el caso de un paciente irlandés de edad muy avanzada, que sufría caídas habitualmente a causa de una anormal debilidad en su pierna izquierda. La sorpresa vino cuando los médicos le sometieron a un escáner cerebral y descubrieron que una parte de su cerebro parecía haber desaparecido. Pero, ¿cómo podía haber sido eso posible?

Tras cerciorarse de que el hombre no se había sometido a ninguna intervención quirúrgica en la cabeza, los médicos acabaron descubrimiento lo que realmente le pasaba. El paciente sufría lo que se conoce como neumatocele. Es algo que se produce generalmente en los pulmones, pero que en este caso se manifestó dentro de la cavidad craneal, y consiste en la formación de una bolsa de aire que comprimía el cerebro, dando la sensación de que faltaba una parte del mismo.

Esta bolsa de aire tenía unos nueve centímetros de diámetro, y al parecer estaba ocasionada por un pequeño tumor cerebral en la parte derecha del lóbulo frontal. El tratamiento habitual para una anomalía de este tipo es la cirugía pero, dado que en el caso de este paciente, conllevaba varios riesgos asociados, los especialistas decidieron posponer la intervención y probar a tratarle con fármacos. Y, varias semanas después, parece que su estado ha mejorado y que ya no sufre tantas caídas.

Fuente: LiveScience

Vicente Fernández López