Es innegable que los corredores africanos, especialmente los etiopes y kenianos, ejercen su dominio en muchas de las pruebas del atletismo. Ahora, la ciencia ha intentado averiguar más datos sobre las condiciones físicas de estos excepcionales atletas. Acaba de publicarse en Journal of Sport Sciences, un nuevo estudio que ha analizado la dénsidad ósea de los deportistas de Kenia, y sus resultados han desconcertado a los investigadores.

Lo habitual es que, cuanto menor es la densidad ósea de una persona, mayor sea el riesgo de sufrir una lesión. Pero lo que han descubierto los autores del estudio es que la de los atletas kenianos es inferior a la de la media de las personas. Incluso, el 40% de ellos tiene unos niveles tan bajos que, según los parámetros de la Organización Mundial de la Salud, estarían en riesgo inminente de sufrir osteoporosis.

Hay que especificar que esa densidad ósea no es igual de baja en todo su esqueleto. Alcanza los niveles normales en el fémur, pero disminuye de forma patológica en la zona lumbar. Esto quiere decir que estos deportistas tienen un altísimo riesgo de lesionarse, pero las estadísticas muestran que el número de lesiones que sufren es inferior a la de la media de los deportistas de élite. ¿Qué es lo que ocurre entonces?

Los investigadores aún no lo saben con certeza, pero manejan dos hipótesis. La primera, el hecho ya comprobado de que estos corredores ejercen una presión menor que otros atletas al pisar el suelo, lo cual puede reducir el estrés al que son sometidos los huesos de un corredor. Y, la segunda, que los parámetros que generalmente se usan para medir la densidad ósea no sean aplicables a los kenianos. Es decir, que existan factores (tal vez genéticos) únicos que expliquen esta particularidad.

Fuente: SINC.

Vicente Fernández López