Trodusquemine es un fármaco que se usa en algunos tratamientos contra el cáncer. Pero, ahora, un nuevo estudio realizado con ratones por la Universidad de Aberdeen ha revelado un efecto inesperado, y es que también puede servir para tratar a pacientes con arterioesclerosis.

Los investigadores suministraorn una simple dosis del fármaco a los cobayas y observaron que, en poco tiempo, parte de la grasa de sus arterias se derretía. La droga actúa inhibiendo la producción de una encima llamada PTP1B. Estudios previos ya habían revelado que su ausencia ralentizaba la progresión del cáncer de mama, pero ahora parece que su presencia también está vinculada con la obesidad y la presión arterial.

Pero, además, el fármaco estimulaba la producción de una proteína llamada AMPK, que se genera naturalmente cuando se realiza ejercicio físico, y que contribuye a disminuir la inflamación de las arterias. La suma de ambos efectos tenía como resultado una disminución de la grasa acumulada en el sistema circulatorio.

Ahora, el siguiente paso será comprobar si el Trodusquemine produce el mismo efecto en pacientes humanos.

Vicente Fernández López