Esta nueva lentilla inteligente es el último intento de liberar a los diabéticos del pinchazo diario para comprobar el nivel de azúcar en sangre, pero tardará todavía unos años en poder ser testado en humanos. Por el momento, un grupo de científicos del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de Ulsan (Corea) ha logrado probarlo en conejos con resultados positivos, sin el uso de agujas y tan solo analizando sus lágrimas.

Las lentes están fabricadas con el mismo material transparente y flexible que el de una lentilla de contacto. En su interior, los investigadores han incluido un pequeño chip electrónico con una luz LED y un sensor de glucosa. Si el nivel de azúcar no es el adecuado, la luz parpadeará para avisar al sujeto que las lleva puestas. Para comprobar su correcto funcionamiento, se sirvieron de lágrimas artificiales que simulaban bajos contenidos en glucosa, las cuales eran colocadas en los ojos de los conejos. La luz que estaba encendida por falta de azúcar se apagaba cuando se añadían estas lágrimas.

El problema es que, por el momento, no se ha conseguido comprobar su eficacia en seres humanos, por lo que aún habrá que esperar hasta conseguir descubrir si funciona o no. Por otro lado, surgen otras dudas: ¿el nivel de falta de azúcar en sangre será el mismo que se pueda detectar por la lágrima? Una medida incorrecta podría llevar a un control inadecuado de la glucosa de las personas con diabetes. De hecho, esta precisión, es la que hace que tengan una mejor calidad de vida: sobre todo cuando tiene que ver con lo que comen.

Por el momento, no existen estudios que avalen que el nivel de glucosa en sangre o en las lágrimas sea el mismo, por lo que el equipo coreano tendrá que seguir trabajando para que ambos resultados puedan equipararse para que pueda salir el proyecto adelante.

Alberto Pascual García