Silicon Valley es uno de los lugares más punteros del mundo. Las empresas que allí trabajan están cambiando radicalmente nuestra sociedad. Pero no todo lo que sale de dicho lugar es forzosamente positivo. Prueba de ello es que varias starts ups allí instaladas están poniendo de moda una tendencia supuestamente saludable, que puede ser muy perjudicial para la salud humana. Se trata de beber agua cruda.

El agua cruda, también llamada agua bruta, es aquella que no ha sido analizada ni ha recibido tratamiento alguno, por lo cual no se la considera potable ni apta para el consumo humano. Es, por tanto, la que se encuentra en reservas naturales, ya sea en la superficie o en manantiales subterráneos, y también aquella que se recolecta de la lluvia. Y entre sus componentes figuran el ácido húmico, restos de arcilla, minerales, bacterias y sal.

Quienes se apuntan a esta moda lo hacen movidos por diversos motivos. Unos porque creen que dicha agua es más pura y natural y, por tanto, consideran que es más saludable. Y, otros, movidos por teorías consporiatorias, especialmente una que asegura que los gobiernos disuelven sustancias químicas en el agua potable para tener controlada a la población.

Pero tanto unos como otros están unidos por el desconocimiento de los peligros para la salud que supone beber agua sin tratar. Y es que el preciado líquido no necesita de la polución humana para contaminarse, ya que puede hacerlo también por causas perfectamente naturales y contener los patógenos que provocan enfermedades tan terribles como el cólera. De hecho, la Organización Mundial de la Salud calcula que cada año mueren más de 800 mil personas en todo el mundo por culpa del la insalubridad del agua, 300 mil de las cuales son niños.

Vicente Fernández López