La historia de esta pequeña de apenas 3 semanas, Vanellope Hope Wilkins, ha tenido a medio hospital británico de la localidad de Leicester en vilo. La joven nació con un extraña malformación congénita conocida como “ectopia cordis”, que consiste en la separación completa o parcial del esternón, y que en los casos más graves puede hacer que el corazón crezca fuera del pecho, quedando así expuesto.

Viendo que existían posibilidades de devolverlo a su sitio, 50 médicos han centrado su tiempo en curar a Vanellope, que tras tres cirugías ya se está recuperando. La historia no les llegó por sorpresa a los padres, Naomi y Dean, quienes ya sabían desde la semana 16 que su pequeña tenía el corazón fuera del pecho. Tras un test de ADN comprobaron que la pequeña no acarreaba otros problemas de salud, por lo que decidieron seguir adelante con el embarazo y, una vez fuera, del útero ayudarla a sobrevivir. Algo que finalmente ha ocurrido.

[image id=»93664″ data-caption=»Fuente: Glenfield Hospital/University Hospitals of Leicester/NHS Trust» share=»true» expand=»true» size=»S»]

El miedo estaba relacionado, sobre todo, por el riesgo infección una vez Naomi diera a luz. Por ello, se programó una cesárea el pasado 22 de noviembre y se colocó al bebé directamente sobre un plástico esterilizado para que el corazón expuesto no atrajera a ningún virus o bacteria. A partir de ese momento se fueron sucediendo las diferentes operaciones para devolver el órgano a su sitio, teniendo siempre en cuenta que las venas y las arterias coincidieran y no se rompían en el proceso.

El caso de la pequeña, el cual han descrito los médicos como un gran reto, es uno de los casos más raros que se recuerdan. De hecho, los pocos que han tratado suelen venir siempre con alguna otra enfermedad asociada, cosa que en este caso no ha ocurrido.

Ahora es cuestión de ir viendo cómo evoluciona en los próximos meses y que el corazón siga creciendo y funcionando sin problemas.

Alberto Pascual García