La escarlatina es una enfermedad infecciosa que afecta principalmente a niños de entre y 5 y 12 años de edad. Nunca ha estado totalmente erradicada, aunque su incidencia había ido disminuyendo a lo largo del siglo XX. Pero desde 2014 se ha registrado un anormal repunte de casos que ha hecho saltar todas las alarmas.

El número de ingresos hospitalarios relacionados con esta enfermedad infantil ha adquirido niveles de epidemia en diversos países asiáticos y en Inglaterra, dónde se ha pasado de una media de unos 4000 anuales a 15.000 casos por año. Pero, ¿a qué se debe este repunte?

Lo cierto es que los médicos no lo saben. La escarlatina está causada por el microorganismo Streptococcus pyogenes del serogrupo A. Pero los estudios realizados no revelan que haya aparecido ninguna cepa nueva, ni que se haya vuelto inmune a la penicilina. Por lo que las causas del resurgir siguen siendo un misterio.

En España no parece que la situación sea de momento preocupante. Las autoridades sanitarias explican que la vacunación solo es obligatoria cuando se detecta algún brote, y el último registrado se produjo en el mes de enero en Valladolid, y fue rápidamente controlado.

La enfermedad se trasmite por el aire, aunque también puede contagiarse si se toca alguna superficie en la que se haya asentado el bacilo. Los síntomas incluyen fiebre, la aparición de manchas rojizas por el cuerpo, y lo que se conoce como lengua de fresa, que hace que se hinche y se vuelva de color rojo.

Vicente Fernández López