Muchas veces las cosas no son lo que parecen, tampoco a pie de cama en los hospitales. Es el caso de Emily Gavigan, una paciente que fue etiquetada como una enferma mental con psicosis cuando en realidadlo que le ocurría era algo bastante diferente.

El comportamiento de Emily comenzó a hacerse “extraño”, según comentaron sus padres a CNN. En una ocasión, llamó a sus amigos y familiares para avisarles de que, supuestamente, algo horrible les iba a suceder. Otro día desapareció durante 24 horas sin dar ninguna señal y finalmente fue ingresada en un hospital psiquiátrico.

Los facultativos probaron con diversos medicamentos pero ninguno logró mejorar los síntomas. Además, Emily también se quejaba de que no sentía parte de su cara ni de sus manos y llegó a convulsionar.

Finalmente, los médicos se dieron cuenta de que el problema de Emily no era psiquiátrico, sino neurológico. Después de no pocas pesquisas, se dieron cuenta que lo que ocurría era que su sistema inmune estaba atacando a su cerebro. Concretamente, se trataba de una encefalitis autoinmune por anticuerpos contra el receptor NMDA.

Una encefalitis es una inflamación difusa del encéfalo, el compartimento que aloja a nuestro cerebro y se puede deber a múltiples causas. Los anticuerpos son moléculas del sistema inmunitario producidas por los linfocitos de tipo B. Normalmente están diseñados para atacar a patógenos externos, es decir, para defendernos. Pero en ocasiones se vuelven contra componentes de nuestro cuerpo, como ocurre en otras enfermedades como la esclerosis múltiple o la enfermedad de Crohn. En este caso los anticuerpos estaban atacando a los receptores NMDA, unas estructuras conectadas a unos canales que dejan pasar iones al interior de las células cuando estos receptores se estimulan. Tienen función excitatoria y desempeñan un papel importante en diversas enfermedades como la esquizofrenia, el párkinson o la epilepsia, entre otros.

El descubrimiento de esta enfermedad se debe al neurólogo e investigador catalán Josep Dalmau, que trabaja a caballo entre la Universidad de Pensilvania y Barcelona.Detrás de esta enfermedad se pueden encontrar de manera relativamente frecuente un tumor. Su presencia puede desencadenar lo que se conoce como síndrome paraneoplásico. Este síndrome se caracteriza por la producción de anticuerpos por parte del organismo en respuesta a ciertos componentes del tumor que, desgraciadamente, terminan atacando a estructuras del organismo que funcionan correctamente.

Pero, ¿cómo terminó la historia de Emily? Afortunadamente parece que bien. La encefalitis autoinmune se trata combatiendo el sistema que lo propicia, es decir, con fármacos inmunosupresores, como los corticoides. Además, como cabe la posibilidad de que un tumor pueda estar desencadenando el cuadro, es conveniente investigar a esta posibilidad.

Redacción QUO