Ventiladores, luz natural, lugares de descanso, acceso a agua fría y uniformes de tejidos no sintéticos. Son las medidas que el Gobierno británico planea para ayudar a las mujeres con menopausia en su puesto de trabajo.

La decisión, según adelanta el diario Telegraph, será obligatoria. Esta medida se toma tras la publicación de un informe de la Oficina de Igualdad que alertaba de que los entornos laborales no adaptados pueden acarrear problemas como depresión o fatiga a las mujeres con menopausia.

Dicho documento también señala que el número de mujeres que trabaja actualmente en el Reino Unido es el más alto hasta la fecha, con una tasa de empleo que ronda el 70%. De hecho, en numerosos sectores como la atención sanitaria o los servicios sociales el número de trabajadoras de sexo femenino sobrepasa al de hombres.

La menopausia es una situación causada por el descenso de estrógenos en el organismo de la mujer y que conlleva la desaparición de la regla y la fertilidad. Este descenso hormonal puede conllevar síntomas como los conocidos como sofocos, mareos o cambios emocionales. La menopausia también aumenta la probabilidad de padecer osteoporosis y aumenta el riesgo cardiovascular, de manera que tras la desaparición de la regla éste tiende a igualarse con el de los hombres debido a la pérdida del efecto protector de los estrógenos.

Redacción QUO