La famosa actriz ha confesado en una entrevista concedida a la revista Vanity Fair, que varios meses después de separarse de Brad Pitt, le diagnosticaron una enfermedad conocida como parálisis de Bell.

El cirujano escocés Sir Charles Bell fue el primero en describir (en el siglo XIX) esta dolencia considerada como una enfermedad rara. En esencia, consiste en una parálisis facial provocada por una afección de alguna de las dos fibras (la que corre por el lado derecho de la cara, o la del izquierdo) del nervio facial. Eso significa que la parálisis solo se manifiesta en uno de los dos lados del rostro del paciente.

El problema es que el nervio facial controla prácticamente todos los movimientos del rostro, incluido el parpadeo. Por eso, la persona que sufre este desorden muestra el párpado y la comisura de la boca caídos en el lado afectado.

La parálisis se va haciendo más aguda a partir de las 48 horas de comenzar manifestarse. La buena noticia es que se trata de una situación temporal, y suele remitir pasados siete meses desde su inicio (y en algunos casos incluso más rápido). De hecho, el 70% de los pacientes se recupera por completo.

Pero, ¿qué es lo que la provoca? Lo cierto es que las causas no están del todo claras. Se ha comprobado que en muchos casos tiene un origen vírico, y que la pueden sufrir algunos pacientes como consecuencia de un simple resfriado. Pero este desorden también se manifiesta en algunas personas que acaban de sufrir un accidente, de someterse a una intervención quirúrgica, o de atravesar por una situación traumática.

Afortunadamente, en el caso de la actriz, aunque aún no está del todo recuperada, asegura que ya ha experimentado una notable mejoría.

Vicente Fernández López