El punto de partida del experimento es bastante espectacular. Neuronas que se encienden de color amarillo cuando almacenan recuerdos y de color rojo cuando tratan de recuperarlos. Pero ahora el equipo de Christine Denny ha conseguido ir un paso más lejos. Ha conseguido recuperar recuerdos aparentemente perdidos en esos ratones con neuronas luminosas que padecían Alzheimer con la ayuda del láser.

Que las células cerebrales cambien de color según la función que estén ejerciendo no es un asunto baladí, sino que ha servido a esta investigadora para confirmar lo que estaba ocurriendo en el cerebro de los roedores.

Denny enseñó a los ratones a asociar el olor a limón con un shock eléctrico. Es decir, sentían el olor a limón y justo después recibieron un shock. Por un simple proceso de condicionamiento clásico, los animales asociaron ambos estímulos y cuando se les proporcionaba el olor a limón se quedaban congelados para intentar evitar el shock eléctrico. Durante todo este proceso se vio cómo diferentes neuronas se encendían de color rojo recuperando la información pertinente, algo que no ocurría de manera correcta en los ratones con Alzheimer.En los roedores aquejados de esta enfermedad se intentaba recuperar información de lugares en los que no se encontraba la información relativa a la asociación olor a limón-shock eléctrico, tal y como recoge New Scientist.

Pero aquí viene la magia del láser. Mediante esta luz aplicada a las áreas que sí guardaban la información adecuada, se consiguió que los ratones que habían ‘olvidado’ recuperaran la información adecuada.

Este hallazgo pone sobre la mesa la posibilidad de que los enfermos de alzheimer no hayan olvidado realmente la información, sino que simplemente no sean capaces de recuperarla. Esta patología se caracteriza por el deterioro cognitivo progresivo y la acumulación de proteínas anormales (Tau y placas amiloides) en las neuronas.

Redacción QUO