El omentum es una especie de cortina de grasa abdominal que cuelga como si fuera un delantal por encima de nuestros intestinos. Su existencia fue descubierta en 1874 y, respecto a su función, forma parte de nuestro sistema inmune, lo que ha hecho que en ocasiones se le llame «el policía del abdomen».

Entre sus células de grasa hay incrustradas otras cuya misión es actuar como filtro de las toxinas y las infecciones que amenazan a nuestro organismo. Evalúa a los agentes infecciosos, y decide que respuesta adoptar contra ellos. Se podría decir, por tanto, que el omentum es nuestra primera línea defensiva.

Pero una reciente investigación de la Universidad de Alabama, ha descubierto que este sistema de defensa no funciona en el caso del cáncer. Cuando las células cancerígenas quedan atrapadas en este tejido grasiento, el omentum, en lugar de decidir activar los mecanismo inmunes de nuestro organismo, toma la decisión de tolerar la presencia de dichas células. La consecuencia es que el que debería ser una herramienta defensiva de nuestro organismo, acaba favoreciendo el desarrollo de la metástasis.

Concretamente, el onmetum tiene un papel fatalmente crucial en el desarrollo de tumores de ovarios y gastrointestinales muy agresivos.

Fuente: EurekaAlert.

Vicente Fernández López