De acuerdo con cifras del Instituto Guttmacher, a nivel mundial, el 40% de los embarazos son involuntarios, lo que ha llevado a expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS)a señalar que cada vez son más necesarios los métodos anticonceptivos para hombres, que tienen menos opciones que las mujeres. Ahora un nuevo estudio, publicado en Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, señala los éxitos obtenidos con una inyección de hormonas en cerca de 300 voluntarios.

“Nuestra investigación – señala Mario Philip Reyes Festin – demuestra que es posible crear un anticonceptivo hormonal para hombres que reduzca el riesgo de embarazos no planificados y que la eficacia de este método se corresponde con algunos estudios previos”. El método fue probado en 320 hombres de entre 18 y 45 años que mantenían una relación estable desde hacía al menos un año con mujeres de entre 18 y 38 años. Antes de comenzar se evaluó la calidad espermática de todos los voluntarios.El tratamiento estaba compuesto por dos inyecciones, cada ocho semanas, de una hormona progestogena, noretisterona (NET-EN) y un andrógeno (undecanoato de testosterona, TU). Durante las primeras 12 semanas, las parejas debían utilizar otro método anticonceptivo.Una vez que los voluntarios reducían el nivel espermático por debajo de un millón por mililitro, algo que ocurrió a las 24 semanas en 274 de los participantes, las parejas podían usar este sistema de control de la natalidad. Las inyecciones demostraron ser efectivas en un 96% de los casos y solo hubo cuatro embarazos en la fase de eficacia del tratamiento. El tratamiento se prolongó durante 56 semanas.

Eso en lo positivo. El problema es que los investigadores dejaron de sumar nuevos voluntarios en 2011 debido al porcentaje de efectos adversos, en especial depresión y cambios de humor. Los participantes también señalaron otros como dolor muscular, acne o un aumento de la libido. En total 20 hombres abandonaron el estudio debido a los efectos secundarios. Pese a ello un 75% estaría dispuestos a usar este método.

“Será necesario avanzar en la investigación – concluye Festin – hasta que se convierta en una posibilidad disponible para muchos hombres como método anticonceptivo. A pesar de las inyecciones fueron eficaces en la reducción de la tasa de embarazo, debemos profundizar más aún en la combinación de hormonas para alcanzar un equilibrio entre la eficacia y la seguridad”.

Juan Scaliter