En España, uno de cada cinco niños y adolescentes es obeso. A nivel mundial la cifra se ha incrementado de 32 millones en los años 1990, hasta sobrepasar los 42 millones en la actualidad. Y eso solo en niños menores de cinco años. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la obesidad infantil como uno de las más graves problemas de salud pública mundial para el siglo 21.Y en la adolescencia el porcentaje sube hasta el 33% de los adolescentes.
Ahora, un nuevo estudio, realizado entre el año 2000 y el 2012 y dirigido por la Escuela de Medicina de la Universidad de Exeter, ha descubierto que, cuando alcanzan la pubertad, las niñas y los niños experimentan una rápida caída en el número de calorías que queman, en un momento en el se esperaría justamente lo contrario, dado el crecimiento que experimentan con el conocido “estirón”.
Gastamos calorías de dos modos diferentes, realizando alguna actividad física o de modo involuntario: simplemente para mantenernos con vida, como conservar la temperatura de la sangre o mantener el corazón, el hígado y los riñones trabajando puede consumir hasta 1.600 calorías por día en la adolescencia.
Sería lógico pensar que este gasto involuntaria aumente en la pubertad,pero los investigadores se sorprendieron al ver que los niños estudiados experimentaban una caída repentina en el consumo de calorías, desde la edad de 10 años en adelante. Según los datos obtenidos, se utilizan entre 400 y 500 calorías menos a los 15 años que a los 10. Si tenemos en cuenta que una hamburguesa tiene unas 500 calorías, pero que cuesta una hora de ejercicio intenso quemarlas, no es extraño que esta reducción en la cantidad de calorías quemadas involuntariamente, sea un factor importante a la hora de tratar la obesidad.
De acuerdo con Terence Wilkin, responsable del estudio publicado en The International Journal of Obesity (bajo el título: Evidence for energy conservation during pubertal growth: a 10-year longitudinal study, EarlyBird71), “la obesidad infantil y la diabetes asociada, son uno de los mayores retos de la salud de nuestros tiempos. Nuestros hallazgos pueden explicar por qué durante la pubertad los adolescentes ganan peso en la pubertad y permitiría crear estrategias para tratar este problema

Juan Scaliter