A pesar de las crecientes tasas de obesidad y una cultura aparentemente obsesionada con los selfies, las mujeres de hoy parecen estar más felices con sus cuerpos que en el pasado, al menos en lo que respecta al peso, según un estudio presentado en la 124º Convención Anual de la American Psychological Association.
«Mientras que las mujeres declaran consistentemente estar más insatisfechos con sus cuerpos que los hombres en lo que se refiere a delgadez, dicha insatisfacción se redujo durante el período de 31 años que estudiamos – asegura Bryan Karazsia, líder de la investigación –. La insatisfacción corporal no sólo es un elemento predictivo de los trastornos alimentarios, como la anorexia nerviosa y la bulimia, también puede jugar un papel en el desarrollo de la depresión”.
Karazsia y sus colegas realizaron un análisis entre más de 250 estudios realizados entre 1981 y 2012, que representan 100.228 participantes, para estudiar las tendencias sobre qué pensaba la gente acerca de su cuerpo, específicamente en lo que se refiere al peso. Y lo que descubrieron que mientras las mujeres mostraban mayor insatisfacción que los que los hombres, esta disminuyó gradualmente a lo largo del periodo estudiado, mientras que la insatisfacción masculina se mantuvo constante.
Debido a que los problemas de imagen corporal de los hombres no siempre tienen relación con la delgadez y con frecuencia pueden estar vinculados a la musculatura, los investigadores también realizaron un análisis similar, centrándose en este aspecto. Se analizaron 81 estudios que representan a más de 23.000 participantes en un lapso de 14 años. Los datos obtenidos muestran que si bien los hombres comunican con mayor frecuencia esta insatisfacción, el ritmo no ha mostrado variaciones a lo largo del tiempo.
«Si tenemos en cuenta que los seres humanos en los Estados Unidos, donde se llevaron a cabo la mayoría de los estudios – señala Karazsia –, son físicamente más grandes de lo que han sido nunca, con más de dos tercios de los adultos estadounidenses con sobrepeso u obesidad, se podría esperar que la insatisfacción corporal debería ir en aumento. Pero descubrimos lo contrario. Las últimas dos décadas han sido testigos de un creciente movimiento de aceptación del cuerpo dirigido principalmente a las niñas y las mujeres.” Eso, combinado con el aumento de la visibilidad mediática de modelos que van en contra de la tendencia a la delgadez, puede, en parte, ayudar a explicar sus hallazgos. De todos modos, Karaszia se muestra “cautelosamente optimista respecto al futuro.”

Juan Scaliter