Vamos a reconocerlo de una vez. Prácticamente todos, detestamos los lunes. Nos parece sin lugar a dudas el peor día de la semana. Pero, ¿y si realmente no fuera así? Un estudio realizado por la Universidad de Sidney, en Australia, asegura que el día más deprimente es el miércoles.

¿Y eso a qué se debe? A algo que tiene bastante lógica. Los investigadores aseguran que, si bien el lunes es un día en el que nos encontramos en estado de shock al pasar del descanso del fin de semana al inicio de nuestra actividad laboral, lo cierto es que regresamos a nuestro lugar de trabajo con las pilas y las energía recargadas.

En cambio, el miércoles nos encontramos con que ya se nos agotó toda esa energía que repusimos sábado y domingo y, la llegada del siguiente fin de semana aún se ve muy lejana, siendo el punto medio entre dos períodos esperados. Lo que provoca que el ánimo de las personas decaiga de forma considerable.

Así que, ya sabéis, lo peor de la semana aún está por llegar. Aunque no nos parece esa idea realmente nos sirva de estímulo.

Redacción QUO