Estamos hartos de escuchar que la ansiedad es muy perjudicial para nuestra salud. Ahora, un grupo de científicos de la Universidad de Kent ha descubierto que también puede afectar a nuestra actividad cerebral y, en consecuencia, a nuestra forma de caminar.

Según explican los investigadores en la revista especializada Cognition, este estado emocional alteraría la actividad cerebral de tal manera que nuestro hemisferio derecho sería notablemente más activo que el lado izquierdo (tened en cuenta que cada hemisferio controla el lado opuesto a nivel corporal). Esto provoca que la trayectoria de las personas con ansiedad varíe significativamente hacia la izquierda. Para llegar a estas conclusiones, los científicos vendaron los ojos a un grupo de personas y les pidieron que caminaran en línea recta hasta un objetivo. En ese momento se percataron de que aquellas personas a las que se les había diagnosticado ansiedad, tenían la tendencia de modificar la trayectoria hacia la izquierda.

Según los autores, esta investigación podría ayudar a tratar más eficazmente el síndrome de negligencia unilateral, un trastorno que provoca que la persona afectada deje de atender el lado izquierdo de su cuerpo y el espacio que le rodea.

Fuente: sciencedaily.com

Redacción QUO