Nuestros hemisferios cerebrales están conectados por medio de millones de fibras que forman el cuerpo calloso, el puente diplomático del cerebro: si su estructura no se construye adecuadamente durante el desarrollo postnatal, los hemisferios no estarán coordinados y la consecuencia es la pérdida de funciones superiores y enfermedades mentales con origen en el desarrollo.

Un estudio de investigadores del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC (CNB-CSIC) indica que la actividad del cerebro durante los primeros días de vida es esencial para que las conexiones entre ambos hemisferios se establezcan correctamente. La ausencia de dos proteínas, Cux1 y Kv1, implicadas en el proceso de cableado, produce un defecto similar al de enfermedades como el autismo, el retraso mental o las esquizofrenias.

“Hasta ahora no se había comprendido esta importante función de la actividad eléctrica temprana en el cerebro – indica Marta Nieto, investigadora del CNB y autora del trabajo publicado en Neuron –. Nosotros hemos visto que es esencial para un correcto cableado entrehemisferios”.

Las pruebas se realizaron en roedores y cuando los científicos desactivaron el gen Cux1 en embriones de ratón, las neuronas eran incapaces de formar la conexión a través del cuerpo calloso. Pero existe un modo de evitar esto: si se recupera la función de estas proteínas tras el nacimiento, el cerebro es capaz de reconectarse correctamente. “Durante un tiempo limitado, podemos restaurar las conexiones perdidas – explica Carlos García Briz, coautor del artículo –, lo que sugiere que podría haber esperanza de recuperación en condiciones patológicas humanas relacionadas con una incorrecta formación del cuerpo calloso o una pérdida de conexiones neuronales de otros tipos. Nos gustaría continuar esta línea de trabajo e intentar alargar esta ventana de tiempo en la que es posible recuperar la función perdida”.

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Juan Scaliter