El año pasado, el cirujano italiano Sergio Canavero revolucionó el panorama médico al asegurar que ya contábamos con la tecnología para llevar a cabo este tipo de intervenciones. Y ahora se da un paso más hacia ello: científicos de Corea del Sur lo han hecho con un ratón y otro equipo chino, con un mono. “Es importante que la gente deje de pensar que es imposible – asegura Canavero a New Scientist – todavía hay que obtener mucha información, pero esto está funcionando”.

El resultado de la investigación será publicado en breve y, aún así, Canavero y su equipo, han decidido hacerlo público. Esto ha levantado alguna ampollas en el sector científico. “Es ciencia a través de las relaciones públicas – explica el experto en bioética Arthur Caplan, de la Universidad de Nueva York –. Cuando se publique en una revista seria, lo estudiaré, por ahora lo considero…” y deja la opción libre al lector de interpretar lo que quiera.
Antes de realizar esta intervención con primates, C-Yoon Kim, de la Escuela de Medicina de la Universidad Konkuk, Corea del Sur, aseguró mediante un vídeo, que habían logrado restablecer los movimiento de las extremidades en un ratón al que semanas antes se le había cortado la médula a la altura del cuello. Las imágenes pueden resultar ofensivas.

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Para Canavero esto demuestra “de una vez por todas que utilizar polietilenglicol (PEG), un químico que protege las membranas de las células nerviosas, permite lograr altos grados de recuperación”. Eso ha llevado a realizar la segunda operación. De acuerdo con el médico italiano, investigadores liderados por Xiaoping Ren, de la Universidad Médica de Harbin, en China, han conseguido trasplantar la cabeza de un mono. Aunque no se reconectó la médula, sí hubo reconexión del riego sanguíneo. “El mono sobrevivió a la intervención – aporta Canavero – sin ningún tipo de daño neurológico. Aunque solo se lo mantuvo vivo durante 20 horas por razones éticas”.

Debido a que la imagen original de la cabeza trasplantada, puede resultar demasiado explícita, hemos decidido no publicarla. Quienes aún así deseen verla, pueden hacerlo en el enlace de New Scientist antes mencionado.
Actualmente el primer candidato a un trasplante de este tipo es el ruso Valery Spiridonov, que sufre de una enfermedad genética que le provoca degeneración muscular. Y si bien hay varios hospitales que se han propuesto para albergar la intervención, todavía no se cuenta con los permisos, las pruebas y el dinero para llevarla a cabo. En este último aspecto, Canavero quiero solicitar los fondos a Mark Zuckerberg, el creador de Facebook.
Lo importante es, antes de lograr el dinero, enfrentarnos a todos los dilemas éticos que esta propuesta ya nos está lanzando.

Juan Scaliter