El hombre es la única especie que ha ideado detalladamente armas con las que asesinar o dañar a sus semejantes. Paradójicamente, la medicina avanza cada día más para tratar de resolver las heridas que estas armas provocan y el consecuente daño psicológico que producen al que las padece. Ahora, el ejército de Estados Unidos ha pensado en mirar por su veteranos y heridos de guerra con una cirugía que muchos han calificado de innecesaria: trasplante de pene.

Entre los años 2001 y 2013 casi 1400 militares norteamericanos sufrieron heridas en sus genitales y, en algunos casos, que repercutieron en una mutilación del miembro. Los médicos que tratan a los veteranos de guerra aseguran que el daño psicológico producido por la pérdida del pene es mayor incluso que cuando se trata de una pierna o de un brazo, por lo que han insistido a la administración estadounidense para que permita esta clase de operaciones.

La petición ha sido aceptada y el equipo del Hospital Johns Hopkins de Baltimore ya tiene todo preparado para realizar la cirugía de uno de sus soldados, la tercera que se hace a nivel mundial. Según explica el New York Times, los médicos de Baltimore creen que podrán efectuar una de estas cirugías en los próximos meses, con el fin de devolver la función sexual y genitourinaria a heridos por explosiones. Se realizará con el pene de un donante fallecido y se conectará a sus testículos, por lo que no se descarta que el receptor pueda ser padre. De hecho, este pasado verano nos alegrábamos cuando el primer hombre en recibir un trasplante de pene anunciaba que iba a ser padre apenas unos meses después de la cirugía. No obstante, no descartan que las operaciones puedan realizarse trasplantando pene y testículos para lograr la función reproductiva.

Para la cirugía es necesario que el receptor cumpla algunas cuestiones básicas, como que ciertos nervios y vasos sanguíneos, así como la uretra, se conserven intactos. También hay que valorar ciertos requisitos psicológicos para que el receptor no rechace el trasplante como ya ocurrió en 2006, cuando un hombre chino solicitó que se le retirase por este motivo.

La operación está reservada a veteranos y soldados heridos en el frente, pero el equipo no descarta que se haga también a transexuales.

Fuente: mashable.com | New York Times |

Redacción QUO