Según afirma un estudio publicado en la American Psychological Association, dar gracias por los aspectos positivos de la vida, produce mejoras en el estado físico de pacientes con problemas cardíacos asintomáticos.
La investigación estudió 186 voluntarios que habían sido diagnosticados por fallos cardíacos asintomáticos, es decir en el Nivel B. Este escalón consiste en pacientes que han desarrollado enfermedades del corazón a nivel estructural, pero no muestran síntomas característicos (fatiga, dificultades respiratorias, etc.). Esta etapa, señalan los investigadores, es un momento crucial para evaluar la progresión de una enfermedad, ya que, en pacientes de cardiología, el riesgo de muerte se incrementa cinco veces cuando pasan del Nivel B al C, en el que ya muestran signos de la enfermedad.
“Hemos visto que la gratitud en estos pacientes se asociaba con una mejora en el humor, mejor calidad de sueño y niveles más bajos de los biomarcadores de inflamación relacionados con la salud cardíaca” asegura Paul J. Mills, profesor de Medicina en la Universidad de California, San Diego y responsable de la investigación
De acuerdo con Mills, la gratitud es un aspecto de la vida que involucra reconocer y apreciar los aspectos positivos de la vida. “Muchos pacientes llevaban un diario personal en el que agradecían por los buenos momentos – confirma Mills –. Aquellos que lo hicieron durante las ocho semanas que duró el estudio, presentaban reducciones muy llamativas en biomarcadores de inflamación importantes, así como un descenso en el riesgo cardíaco. Parece ser que cuanto más agradecido es un corazón, más saludable es su vida”.

Juan Scaliter