Un estudio realizado por expertos del MIT, Harvard y la Universidad de Washington demuestra un nuevo modo de retroceder para hallar el tipo de célula que se encuentra detrás de cualquier tumor.Estudiando los datos aportados por el Roadmap Epigenomics Program (Programa de Mapeo Epigenómico, un recurso disponible para científicos en el que se almacena información de cien tipos distintos de células), el equipo encontró que la configuración de un tumor puede servir para determinar su origen. El trabajo, publicado en la revista Nature, brinda nuevos conocimientos acerca de los eventos más tempranos que perfilan los tumores y podría tener importantes implicaciones en los tratamientos de cáncer cuyo origen se desconoce.
Para Shamil Sunyaev, uno de los responsables de la investigación, “Nuestro hallazgo sugiere que ahora podemos predecir, específicamente para diferentes tipos de cáncer, dónde ocurrirán las mutaciones y cuál fue la célula originaria más probable”. Las mutaciones son la causa detrás de todos los tumores, pero no ocurren de modo parejo en el genoma de la célula. Los científicos estudiaron diferentes tipos de células provenientes de melanomas, de cáncer de colon, de cerebro y otras. En todas ellas las mutaciones estaban muy relacionadas con la estructura de la cromatina (el conjunto de ADN, histonas, proteínas no histónicas y ARN que se encuentran en el núcleo de las células eucariotas y que constituyen el genoma de dichas células). Y como la estructura de la cromatina de cada célula es tan única como una huella dactilar, resulta ser una herramienta muy fiable para determinar la célula responsable. Y de este modo llevar a cabo un tratamiento mucho más efectivo y personalizado.

Redacción QUO