Los seres humanos tenemos 630 músculos que, en total, representan el 40% del peso del total del cuerpo. Su función consiste en permitir el movimiento mediante una serie de contracciones y relajaciones que se hacen de manera coordinada. Cada brazo tiene una amplia posibilidad de movimientos. Por ejemplo, ayuda a controlar la acción de cada uno de los dedos para poder arrojar objetos. Logramos esta habilidad hace dos millones de años y, según un estudio publicado por Neil Roach, investigador de la Universidad George Washington, de Estados Unidos, en la revista Nature, fue fundamental para la evolución biológica del Homo erectus porque le permitió lanzar objetos con rapidez y así mejorar las técnicas de caza.

Redacción QUO