Ahora se cumplen diez años de los primeros implantes de prótesis mamarias PIP en España. Según datos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, el riesgo de rotura en este tipo de prótesis aumenta con el tiempo y a los 10 años de su implante puede llegar al 30% respecto al 2%-15% en el resto. Pero, ¿cómo saber si está defectuosa? En muchos casos se produce irritación e inflamación local o en los ganglios linfáticos regionales, pero en otros la asintomatología es total. Para evitar riegos,la Comisión Permanente del Comité de Expertos encargada del tema recomienda la explantación preventiva debido a que las técnicas de imagen disponibles no permiten detectar con fiabilidad la existencia de roturas. La intervención de retirada de las prótesis intactas normalmente conlleva un procedimiento sencillo y con baja probabilidad de complicaciones para las pacientes.

Del resultado de un estudio realizado por el Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Instituto de Salud Carlos III con 3.000 pacientes, se desprenden los siguientes datos:

– “Las prótesis han sido retiradas en la mayoría de los casos (69,7%) sin que las pacientes hubieran experimentado síntomas de rotura, contractura capsular, dolor, inflamación, infección u otras alteraciones. No obstante, en un cierto número de estos casos (6,4%), al explantar las prótesis, alguna de ellas se encontró rota, lo que significa que no siempre una rotura de las prótesis da lugar a síntomas”.

– “Cuando ha habido una indicación médica para retirar las prótesis, ésta ha sido mayoritariamente la sospecha de rotura. Al retirar las prótesis, además de las roturas (26,3%), se ha encontrado sintomatología diversa que, en ningún caso, supone un riesgo grave para la salud: cambios en el color del relleno (11,2%), adenopatías (2,4%), contracturas capsulares (2,2%), depósitos de calcio (1,0%), siliconomas (0,7%) e inflamación (0,3%)”.

– “El análisis estadístico de los datos, relacionando el número de roturas y el tiempo al que las prótesis se rompen, permite estimar que la probabilidad de que las prótesis se rompan a los 5 años es de un 9,7%, lo que significa que de cada 100 personas portadoras de prótesis PIP, casi 10 de ellas experimentarán rotura en alguna de sus prótesis a los 5 años de la implantación. Esta probabilidad puede aumentar hasta más del 40% al llegar a los 10 años”.

– “También se ha hecho una estimación estadística del tiempo en que las prótesis permanecerían intactas: se estima que la mitad de las personas tendría alguna de sus prótesis rotas a los 10,9 años de su implantación”.

Redacción QUO