Lo que para unos especialistas es el ideal de belleza para otros no tiene la menor importancia, y quienes valoran los “cuerpos de guitarra” no logran ponerse de acuerdo con los que sostienen que la elegancia está en las líneas rectas. Esto parece la torre de Babel de la estética. Comenzó a construirse en el siglo XX, cuando los cánones de belleza establecidos por los griegos y ensalzados por los renacentistas dieron paso a la dictadura de la imagen en función de un objetivo comercial. “Laetitia Casta en una marquesina es perfecta en cuanto a que representa sensualidad”, opina el pintor sevillano Ricardo Cadenas, “pero la perfección del cuerpo se encuentra en la naturalidad, la salud y el equilibrio. Se está ofreciendo una imagen muy fragmentada del ser humano”. “El cine y la fotografía lo han situado en entornos más polivalentes, en los que han intervenido mucho las modas. Se ha pasado de la belleza del cuerpo a la estética de la imagen”.

Con un toque de imperfección

Modistos, medios de comunicación, cirujanos estéticos y publicistas son hoy los que definen la perfección estética, y marcan una tendencia. Si preguntamos a un diseñador de videojuegos, añade un punto interesante. El cuerpo perfecto tiene que tener imperfecciones. “Nos basamos en la proporción de las ocho cabezas”, asegura David Miguel Blanco, codirector del Máster Profesional en Animación 3D en Ilion Animation Studios, “pero añadiéndole un punto de asimetría, para que los personajes resulten creíbles”. Basta echar un vistazo a las revistas Elle y AR para constatar que hay modelos, como Kate Moss, que sin ser altas y teniendo imperfecciones han triunfado en el mundo de la moda. “El secreto está en saber mover la ropa”, aclara Modesto Lomba, de la firma Devota & Lomba. “Hay que darle vida a las prendas, tener cierta magia. No es una cuestión de delgadez. Una mujer con un talla 48 puede lucir la ropa estupendamente”. Y si, además, transmite belleza y salud, según reclama Esther García, directora de Madrid Fashion Week y de Esma Proyectos, mejor que mejor.

Entonces ¿cómo se mide la perfección? La psicóloga evolucionista Devendra Singh ya sentó algunos principios en la década de 1990 al afirmar que el atractivo se basa en la proporción entre la medida de la cintura y la de las caderas. El ratio resultante debe situarse entre 0,9 y 0,6, en función de las diferentes culturas.

El mensaje que damos

Las formas redondeadas de un cuerpo transmiten sensualidad, cierta imperfección y algo más: “Transmiten bondad”, ilustra David Miguel Ángel Blanco, de Ilion Animation Studios. “Si queremos crear un personaje suave y amable, deberemos apostar por unos ojos redondos, mirada calmada, proporciones suaves y colores cálidos. Son, junto con las manos, los elementos más expresivos que hay en el cuerpo, los más difíciles de usar y los que más transmiten”. Si en tu caso lo que predomina son las formas angulosas, estarás dando otro mensaje. “Las utilizaremos cuando queramos que un señor mayor asuma el papel de cascarrabias. Y si lo que buscamos es el tenebrismo, los dedos serán alargados y los colores más vivos”. Y ahí van los rasgos de un hombre sexy: “En ese caso, dibujaremos la cabeza más elevada, la mirada por encima, transmitiendo tranquilidad, pero no timidez, con músculos bien definidos, sin exagerar, separando bien el tronco de las piernas. En las mujeres, marcando caderas, pecho, piernas, boca, cintura…

Llamativos o discretos, altos o bajos, gordos o flacos. La disyuntiva está servida. En fotografía, la delgadez resulta mejor que la obesidad, según la directora de la escuela de fotografía La Petite École, Gloria Rodríguez. “Aun así, hay personas obesas que son muy proporcionadas. Lo más importante es la naturalidad”. Pero nos adentramos en una especialidad que marca otros cánones, el de los expertos en salud. Para ellos, la delgadez tiene un lado oscuro. Y dista de ofrecer un cuerpo perfecto. Ni gordo, ni delgado, sano. Un nuevo trabajo de la Clínica Universidad de Navarra propone que al medir el índice de masa corporal (IMC) habría que añadirle el cálculo de la composición grasa del cuerpo y los factores de riesgo cardiometabólico. De hacerse así, el 29% de las personas consideradas normales según los patrones del IMC actual estaría en el rango de la obesidad, y el 80% presentaría una obesidad clara. Para ellos, el IMC marcará si tu cuerpo es perfecto, o si te pasas por encima o por debajo.

El mejor cuerpo es el que dura más

Comemos en exceso y hacemos poco ejercicio. Es la conclusión a la que ha llegado Alejandro Lucía, doctor en Medicina y especialista en Fisiología Humana y del Ejercicio en la Universidad Europea de Madrid. El ser humano debería hacer una ingesta de 3.000 calorías diarias y quemar 2.000 en su actividad metabólica y diferentes procesos cotidianos, y otras 1.000 practicando actividad física. Ahí radica, según Lucía, la clave para conseguir un organismo que funcione bien durante muchos años. “Nuestra esperanza de vida aumenta con una actividad física de dos o tres horas diarias, con subidas y bajadas e integrando ese ejercicio en nuestra cotidianidad. El cuerpo perfecto es el de una persona de 90 años que camina feliz por el parque”, opina. “Hay que recordar que los factores genéticos son menos importantes que el estilo de vida. Influyen en menos de un 50% en nuestra longevidad. Por supuesto que hay una tendencia a la obesidad, pero basta con observar que en Etiopía no hay gordos para constatar que esa inclinación no es irremediable.”

El más apto para reproducirse

Cuando entran en escena los antropólogos, rigen los criterios de especie y, por lo tanto, el mejor cuerpo es aquel que mejor sirve para perpetuarnos, es decir, para reproducirnos. El antropólogo Desmond Morris, en La mujer desnuda, da algunas claves. Morris explica que la función primaria es resultar atractivo, para garantizar la cópula. Para ello, las mujeres conservan cada vez más características infantiles en su anatomía, porque los rasgos juveniles son indicadores de salud y de garantía para tener hijos, al tiempo que desarrollaban poderosos estímulos visuales permanentes (senos prominentes, nalgas rotundas, labios más carnosos, etc.). Y está el asunto de las caderas: “Dado que una cintura pélvica ancha facilita el parto, las caderas opulentas se han convertido en símbolo de fertilidad femenina”, y por tanto, las curvas son antropológicamente sexys. El investigador paleobiólogo Antonio Rosas, del Museo de Ciencias Naturales de Madrid, explica que nuestra estructura musculoesquelética se está debilitando debido, entre otros factores, al sedentarismo. “¿Es eso el cuerpo perfecto?”, se pregunta. “El organismo ideal es el que mejor se adapta a las condiciones de cada momento y circunstancia”, explica.

“Claro que yo preferiría tener los huesos más fuertes, pero la realidad es que nuestra densidad ósea es menor que la de nuestros antepasados”, un problema que afecta a nuestra calidad de vida no solo desde el punto de vista de la salud, sino también estético. La cirugía facial de rejuvenecimiento se enfrenta cada día a ello. “Para que el resultado fuera perfecto, habría que actuar no solo sobre los tejidos, sino también sobre las partes óseas que se han reabsorbido aplicando injertos y rellenos. De momento no se están consiguiendo buenos resultados”, afirma Ángel Juárez, jefe del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital La Zarzuela.

Los matemáticos tienen sus reglas

El objetivo, conseguir las medidas ideales en el rostro. Carmen Lefevre, investigadora del Perception Lab de la Facultad de Psicología de la Universitad de Saint Andrews, valora los resultados del concurso Lorraine: Naked, en el que se eligió a la mujer británica de belleza más natural: “Tiene todas las señas de la hermosura clásica: ojos grandes, pómulos salidos, labios rellenos y tez clara. La simetría es fundamental”. De acuerdo con las proporciones estipuladas por la ciencia británica, la distancia entre sus orejas es exactamente el doble del trecho que separa a una de sus pupilas de la otra. Además, la distancia que hay entre los ojos y los labios es igual a la tercera parte de lo que separa su barbilla de la línea en la que empieza su pelo sobre la frente, lo que se consideraría perfecto.

“La simetría y la proporción áurea dan la cara más perfecta desde el punto de vista matemático”, ilustra Raúl Ibañez, director de Divulgamat.net. “Sin labios ni pómulos prominentes”, añade Ángel Juárez. “La tendencia es pasar de unos formas voluptuosas a otras más longilíneas. Dentro de diez años veremos más armonía, medidas más justas y discreción. El pecho, los glúteos grandes… están pasándose de moda.

Y si después de tantas posibilidades nuestro cuerpo no responde al ideal de modistos, expertos en videojuegos y matemáticos, siempre nos quedaran el carmín, las hombreras y los zapatos de tacón para hacer un poco de trampa. Por lo menos estética.

El cuerpo perfecto según …

Un cirujano plástico: «Cada diez años varía la percepción de la estética. En la próxima década se llevarán la armonía y la discreción»

Ángel Juárez, jefe del servicio de Cirugía Plástica del Hospital Sanitas de la Zarzuela.

Un paleontólogo: El organismo ideal es el que mejor se adapta a las condiciones de cada momento y circunstancia.”

Antonio Rosas, investigador del Museo de Ciencias Naturales de Madrid.

Un doctor: “El cuerpo perfecto es el de una persona con 90 años que camina feliz por el parque.”

Alejandro Lucía, doctor en Medicina y especialista en Fisiología Humana y del Ejercicio

Una fotógrafa: “La belleza no está en la delgadez y la fealdad en la gordura. Hay personas obesas tan proporcionadas que son muy hermosas.”

Gloria Rodríguez, directora de la escuela de Fotografía La Petite École.

Un profesor de Bellas Artes: “La perfección no siempre tiene que ver con las formas, sino con un mecanismo que se genera cuando una persona nace, y que se basa en las experiencias y la vida.”

Ricardo Cadenas, Profesor de Bellas Artes de dibujo al natural.

Un especialista en 3D: “En animación, un personaje atractivo es aquel que tiene músculos bien definidos, pero no exagerados, en el que se vea la separación entre el tronco y las extremidades. En el hombre destacamos atributos masculinos, como el mentón; en las mujeres, caderas, pecho, piernas…”

David Miguel Blanco, Codirector del Máster Profesional en Animación 3D de pers. y Diseñador de Set Up en Ilion Animation Studios.

Un matemático: “Muchos colectivos sostienen que el atractivo se mide dividiendo el diámetro de la cintura entre el de las caderas. El resultado debe estar por debajo de 0,7 en las mujeres y 0,9 en los hombres.”

Raúl Ibáñez, matemático y director de Divulgamat.net

Un diseñador de moda: “Lo más importante de una modelo es su capacidad para mover las prendas que viste y darles vida.”

Modesto Devota, director de Devota&Lomba y presidente de la Asociación de Creadores de Moda de España.

Un ergónomo: “La perfección en ergonomía se daría si todos tuviéramos el mismo cuerpo; da igual con qué medidas y en qué proporciones, pero siempre idéntico, para que no hubiera que adaptar las máquinas a las diferentes tipologías.”

Eduardo González, Responsable del Servicio de Package y Ergonomía de Seat.

Una directora de cásting: “Para que un hombre dé bien en la pasarela, lo ideal es que tenga una talla 48-50 de chaqueta, 40-42 de pantalón y estatura entre 1,85 y 1,88 m”

Esther García, directora de Madrid Fashion Week.

Marta García Fernández