Aquello de “si bebes no conduzcas” puede estar a punto de pasar de moda y, si todo sale como los científicos esperan, la DGT no tendrá que insistir nunca en lo que ya todos deberíamos saber: que el alcohol reduce nuestras facultades al volante. ¿Por qué? Porque un grupo de investigadores de la Universidad de California (UCLA) ha logrado sintetizar un nuevo medicamento que reduce drásticamente los niveles de alcohol en sangre.

De momento solo pueden disfrutarlo los ratones, que han sido los sujetos del estudio publicado en la revista Nature Nanotechnology. Tras una figurada copita de vino con su tapita de queso, a los roedores se les inyectaron unas nanocápsulas cargadas con dos enzimas que, actuando de forma conjunta, son capaces de acelerar el metabolismo del alcohol.

Numerosos procesos biológicos requieren de varias enzimas concretas trabajando al unísono para acelerar (catalizar) reacciones químicas que se producen en el interior de las células. Lo que han hecho los autores de esta investigación es imitar las estructuras que contienen estas móleculas en nuestro organismo (conocidas como órganulos) a partir de una estructura nanométrica creada en el laboratorio. No ha sido sencillo. Lograr que las proteínas se mantuvieran estables y controlar su orden y su tamaño en el complejo resultante ha llevado años de experimentos.

Una vez que han llegado a emular casi totalmente un órganulo y han logrado que la ‘coraza’ mantenga estables las proteínas e impida su degradación en el cuerpo del ratoncillo, le han emborrachado y le han administrado una solución que contenía las nanoestructuras. El resultado ha sido inmediato y su tasa de alcohol en sangre se ha reducido de forma significativa en muy poco tiempo.

Todo un éxito que abre la puerta a una nueva y revolucionaria forma de administrar medicamentos con múltiples aplicaciones en el ámbito de la medicina. Sin ir más lejos, pronto podríamos ver en el mercado un ‘antídoto’ contra los efectos del alcohol que se administre por vía oral.

“Es casi como tener millones de células como las del riñón en nuestro estómago o nuestro intestino, ayudándonos a digerir el alcohol”, afirma Yunfeng Lu, uno de los dos coordinadores del estudio.

Los investigadores están trabajando en otros medicamentos que utilizan este mismo método para encapsular enzimas. Por ejemplo, una medicina para prevenir la caída del cabello que utiliza nanocápsulas para introducir en el organismo a través de la piel una enzima que descompone la dihidrotestosterona, el andrógeno causante de la calvicie masculina.

Así que todos los que disfrutamos saboreando de vez en cuando una buena copa estamos de enhorabuena. El día en que no tenga efectos secundarios está cada vez más cerca.

Redacción QUO