Cada minuto muere un niño en África a causa de la malaria, una enfermedad que se cobra 650.000 vidas al año en todo el mundo, a pesar del objetivo de la ONU de haberla erradicado en 2015. A la espera de que la comunidad internacional invierta lo suficiente como para hacer realidad tal propósito, dos investigadores de la Universidad de Cornell (EEUU) han decidido abordar el problema desde una perspectiva poco usual: combinando moda y nanotecnología.

El resultado de sus esfuerzos es un atuendo formado por un body y una capa con capucha, cuyo tejido está impregnado de insecticida a nivel molecular. Esta prenda admite tres veces más repelente que las mosquiteras, la principal arma de prevención contra los insectos que transmiten la enfermedad, y sus efectos resultan mucho más duraderos.

Más que como una prenda de vestir, los autores del modelo, el keníata Frederick Ochanda y la gambiana Matilda Ceesay, ven en su trabajo un prototipo a partir del cual se investigue para conseguir mosquiteras con un efecto insecticida más prolongado, e incluso tejidos sensibles a la luz y la temperatura, capaces de liberar más cantidad de repelente cuando los mosquitos están más activos.

De momento, han presentado el modelo, inspirado en la moda tradicional africana, en el desfile de moda de primavera celebrado en la Universidad de Cornell el 28 de abril.

Pilar Gil Villar