Válvulas, sensores, tens e implantes diversos no son nuevos dentro del organismo. Lo que sí es revolucionario es que un dispositivo no dependa de la vida de una batería. El mecanismo que ha diseñado la ingeniera Ada Poon, de la Universidad de Stanford, está impulsado por ondas electromagnéticas.

Un radiotransmisor situado fuera del paciente envía una serie de señales al dispositivo para que puedan ser captadas por una pequeña antena. El resultado es que este diminuto alien es propulsado a través del flujo sanguíneo sin necesidad de cables ni pilas, un verdadero hito que la telemedicina lleva buscando desde hace cincuenta años.

El dispositivo de Ada Poon permitirá hacer diagnósticos, llevar medicamentos a áreas precisas, e incluso realizar pequeñas intervenciones quirúrgicas.

Marta García Fernández