El epidemiólogo brasileño Ciro de Quadros ha sido galardonado con el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento 2011 en la categoría de Cooperación al Desarrollo. El reconocimiento se basa en su contribución a la erradicación de la viruela y a desterrar el sarampión y la poliomielitis del continente americano.

Su labor profesional, iniciada en su Brasil natal, se ha extendido mucho más allá del laboratorio y la investigación. Desde instituciones como la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud y el Sabine Vaccine Institute de Washington ha convencido a los gobiernos de que asuman su responsabilidad a la hora de financiar los programas de vacunación. El argumento esgrimido por de Quadros se centra en la ventaja de prevenir sobre curar, tanto en términos económicos, como de bienestar de la población. Como ejemplo, afirma: “Varios estudios demuestran que los niños vacunados tienen un rendimiento escolar mucho mayor que los no vacunados y, en conjunto, la contribución de la población vacunada a la riqueza del país es mayor”.

Con esta nueva perspectiva ha conseguido que las naciones aborden la salud pública desde una nueva perspectiva, que se ha traducido en medidas como el establecimiento de centrales internacionales de aprovisionamiento de vacunas, con las que se pueden logar precios mucho más ventajosos. Además de la sostenibilidad económica, sus programas han permitido a los países con rentas más bajas participar también en el desarrollo de las campañas de vacunación y controlarlas.

Según señala el acta del jurado, “esto ha facilitado la realización de un esfuerzo sin precedentes contra enfermedades evitables mediante vacunación, como la rubeola, la tos ferina, el rotavirus, el neumococo y el virus del papiloma humano, en especial en zonas con alta morbilidad, y en comunidades desfavorecidas de Asia, África y América”.

El doctor Ciro de Quadros recibió la noticia del premio mientras participaba en la preparación de la Década de las Vacunas en México DF y destacó la erradicación de la viruela como el momento crucial en su carrera: “Lo que se siente al contribuir a erradicar una enfermedad que ha causado millones de muertes es indescriptible. Se tiene la sensación del deber cumplido y anima a seguir trabajando para mejorar la salud global. Esa sensación me ha dado energía para seguir y, con 72 años, aquí estoy, en activo, como si tuviera 40”.

Pilar Gil Villar