¿Sabías que más de 450 millones de personas en todo el mundo sufre algún tipo de trastorno mental? Así es, según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud). Ahora, una nueva investigación (realizada por expertos de la Universidad danesa de Aarhus), revela que el entorno natural y los espacios verdes tienen un papel más importante en nuestras vidas de lo que pensábamos hasta ahora.

La conclusión general de este nuevo estudio se centra en demostrar que los niños que viven durante su infancia (sus 10 primeros años de vida, aproximadamente) rodeados de espacios naturales tienen reducen en un 55% el riesgo de padecer algún tipo de enfermedad o trastorno mental en la edad adulta.

El estudio, realizado en Dinamarca y publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, analizaba los datos de casi un millón de daneses. En él, se comparaban datos de su ubicación residencial y sus diagnósticos de enfermedades con imágenes de satélite que revelaban el espacio verde que había rodeado a cada persona en su infancia.

Según los autores del estudio, vivir rodeado de espacios naturales y verdes aumenta la cohesión social y el nivel de actividad física de las personas. Por el contrario, otros factores como el ruido, las dificultades socioeconómicas y la contaminación del aire (propios de las ciudades) elevan el riesgo de padecer un trastorno mental.

Sin duda, este nuevo estudio pone de manifiesto la necesidad de diseñar ciudades verdes y saludables para el futuro, que nos ayuden a vivir mejor.

Belén Robles González