A través de la percusión de la parte superior de nuestra espalda, el médico provoca un eco que le permite hacerse una idea acerca de la propagación del sonido mediante los pulmones, más o menos, para que os hagáis una idea, como cuando los arqueólogos golpean una pared para saber si está hueca o no.

La propagación del sonido en los pulmones varía con arreglo a distintos factores y sufre alteraciones características ante ciertas patologías. Sobre todo, depende del intercambio gaseoso. Éste se halla muy reducido en presencia de una inflamación, por ejemplo, que haya originado la acumulación de líquido en los alvéolos pulmonares. Y aumentando, en cambio, cuando hay dilatación anómala, como les ocurre a los enfermos crónicos de asma.

Supuestos los conocimientos y la experiencia indispensables para el profesional, la percusión de la espalda permite establecer conclusiones importantes en cuanto al estado y funcionamiento de nuestros órganos respiratorios.

Dr. Jürgen Brater

Redacción QUO