Estar sano y mantenerse en forma o vivir a tope la vida. ¡Qué dilema! ¿O no? ¿No es posible compaginar salud y disfrute? Hemos hecho esta pregunta a Juanma Furió, deportista, influencer y experto en coaching y motivación. Y nos ha respondido sin vacilar: «¡Claro que es posible, si así es como debería ser siempre! Antes se tendía a pensar que ambas cosas eran incompatibles, pero ahora la gente está más concienciada de que estar en forma no significa sufrir o renunciar a lo que te gusta».

Para demostrarlo, nos ha contado cómo lo consigue él en un vídeo en el que, de la mano de San Miguel 0,0, nos ofrece varias claves para ser un hombre 100% en forma, 100% bon vivant. O, lo que es lo mismo, sano y disfrutón.

El punto de partida: ser consciente de lo que nos gusta y nos hace felices y buscar el equilibrio para disfrutar de ello sin caer en excesos. A partir de aquí, solo hay que seguir sus consejos.

Comer bien es cuestión de planteárselo…

Pero no a la hora de sentarse a la mesa, sino desde el momento de hacer la compra. «¿Fundamental? Ir al supermercado sin hambre. Comer es una necesidad, no es algo racional. Si vamos a comprar sin haber satisfecho esta necesidad, lo lógico es que cojamos lo primero que nos entre por los ojos, sin pararnos a pensar si es lo más saludable o incluso si es lo que más nos gusta», comenta Juanma.
Otro detalle importante: mirar las etiquetas para saber qué nos vamos a llevar. «No es cuestión de sufrir comprando comida que no soportamos; simplemente hay que elegir, entre lo que nos apetece, aquello que tenga ingredientes más sanos».

Luis Álvarez

Un buen equilibrio en la mesa

No existe una fórmula única a la hora de determinar qué o cuánto se debe comer. Cada persona tiene un tipo de vida y unas necesidades energéticas distintas, y hay que partir de esto para encontrar el balance entre las calorías que se ingieren y las que se gastan. «Tenemos que pensar cómo comemos para hacerlo mejor. Por ejemplo, ¿vamos a tomar un plato muy calórico de primero? Podemos combinarlo con una ensalada. ¿Estamos en un restaurante y nos apetece de postre esa tarta de chocolate que acabamos de ver pasar? Podemos pedirnos una San Miguel 0,0 en lugar de una bebida con más calorías… y compartir la tarta con alguien». Esta diferencia entre cada estilo de persona o de vida marca también el modo de distribuir los nutrientes. Pero hay algo que todos tenemos en común: «Para comer bien hay que vivir la comida como una experiencia placentera, disfrutando de cada bocado», añade Juanma.

Luis Álvarez

Ejercicio para desconectar o divertirse

Si comprar y comer bien es esencial, no lo es menos hacer ejercicio. «Una hora al día de actividad física, controlada y sin riesgos, es suficiente para mantenernos en forma», explica el experto. «Y si lo pensamos bien, tampoco es tanto: supone un 3% de nuestro tiempo». Para aquellos a los que les guste el ejercicio este consejo es sencillo. Pero ¿qué pasa con los que no lo soportan? «La clave es encontrar cosas que nos estimulen. Si nos apuntamos al gimnasio como una obligación lo más normal es que lo dejemos, y si nos centramos en un solo deporte terminaremos aburriéndonos o obsesionándonos», dice Juanma Furió. Lo mejor es buscar disciplinas que nos gusten (hay muchísimas más de las que imaginamos) y, si no encontramos ninguna, que al menos caminemos todos los días.
Otra clave: elegir con quién practicar ejercicio. «A mí me gusta hacer deporte solo, porque es algo que me relaja y me lo tomo como una manera de desconectar. Pero para otras personas puede ser mejor hacerlo con amigos, como una forma de diversión y de relación social».

Luis Álvarez

Una buena aliada para disfrutar

Para terminar, y hablando de disfrutar con salud, Juanma aprovecha para invitarnos a una San Miguel 0,0, a la que considera una gran aliada para el hombre sano y disfrutón. «Desde que la probé la pido a menudo cuando salgo por ahí con mis amigos. Me encanta la cerveza y esta tiene un sabor muy parecido al de una normal, además de ser perfecta para buscar este equilibrio entre las calorías que se ingieren y las que se consumen del que hablábamos antes», explica. Razones no le faltan: San Miguel 0,0 tiene la misma cantidad de lúpulo que su homóloga con alcohol, contiene dos tipos de malta que logran un sabor y un aroma muy especiales y su espuma y su color no tienen nada que envidiar a los de cualquier cerveza. ¿Conclusión? Es perfecta para el mejor brindis.

Redacción QUO