El glaucoma es una de las principales causas de ceguera en todo el mundo. Esta enfermedad ocular se divide en dos tipos: el glaucoma cerrado, y el abierto, también llamado primario, que es la forma más común, y la que se da en casi el 90% de los casos.

Ahora, un llamativo estudio (y que seguramente será controvertido), realizado por equipos de las universidades de Magdeburg, en Alemania, y Nueva Delhi, en India, revela que las terapias de meditación pueden proporcionar un cierto alivio en alguno de los síntomas de la enfermedad.

Los investigadores realizaron un experimento con un grupo de voluntarios que siguió una terapia de meditación y ejercicios de respiración de sesenta minutos cada mañana (por supuesto, sin abandonar nunca el tratamiento médico a base de colirios que estaban siguiendo). Y, al cabo de tres semanas, observaron que casi el 75% de los participantes en la prueba, habían experimentado una reducción de casi el 25% en la presión intraocular. Un beneficio que no se observó en los miembros del grupo de control.

Los voluntarios que realizaron la terapia también experimentaron otros efectos beneficiosos, como la reducción de sus niveles de cortisol, la hormona del estrés. Por supuesto, los autores del estudio recuerdan que la meditación no cura el glaucoma ni puede sustituir a los tratamientos médicos habituales. Pero los resultados sugieren que podría ser un complemento que contribuya a aumentar la calidad de vida del paciente.

Fuente: EurekAlert

Vicente Fernández López