Hace 20 años, la lista de sustancias que produ­cían alergia tenía una docena de nombres: leche, melocotón, manzana… La de ahora ha incorporado otros alimentos, como los refrescos de cola, y actividades por lo demás tan placenteras como besarse, hacer ejercicio y practicar el sexo. El beso es un transmisor de alérgenos, y el ejercicio in­tenso el desencadenante de una reacción tras comer algunas sustancias. ¿Y el sexo? La alergia se produce por contacto con los fluidos corporales de la pareja, y según los médicos, no siempre resulta fácil de diagnosticar. Su aparición suele ser aparatosa: se producen picores, urticaria, eccema o dolor en la zona genital, los mismos síntomas de muchas enfermedades de transmisión sexual. La diferencia es que en la alergia el malestar se produce a los 5 minutos de mantener la relación.

Redacción QUO