Pasamos gran parte de nuestro tiempo en espacios interiores, ya sean oficinas, o las estancias de nuestras casas. Y estamos constantemente expuesto al polvo que hay en las mismas, el cual porta numerosos microbios y bacterias. Pero, ahora, un estudio realizado por la Universidad de Oregón sugiere que abrirlas ventanas y descorrer la luz es un buen método para reducir la presencia de dichos microorganismos.

Cuando las bacterias se ven expuestas a determinados rangos de luz, son incapaces de reproducirse e infectara otros organismos. Por eso, los investigadores realizaron un experimento en el que reprodujeron en laboratorio varias habitaciones de casas y estancias de oficinas, e introdujeron en ellas muestras de polvo con microorganismos, recolectadas en los escenarios auténticos.

Los espacios creados en laboratorio fueron divididos en tres grupos. Uno de ellos permaneció en un nivel de oscuridad similar a tener las ventas cerradas y las cortinas corridas. En el segundo se dejó entrar la luz del exterior, y el tercero fue expuesto a la acción de luz ultravioleta.

Los resultados revelaron que en las estancias a oscuras el 125 de los microorganismos presentes en el polvo estaban vivos y eran capaces de producirse. Pero la cifra descendía hasta el 6,8 y el 6,1% respectivamente, en los otros dos escenarios.

Fuente: Telegraph.

Vicente Fernández López