Según el Instituto Internacional de Investigación del Arroz de Filipinas, existen al menos 80.000 variedades de esta planta. Si probásemos uno nuevo cada día, tardaríamos 219 años en probarlos todos. Las propiedades de unos y otros varían, y la forma en que se cocinen hará que estas sean muy diferentes entre sí. Un grupo de científicos de Sri Lanka ha dado con la forma de cocerlo de manera que las calorías que aporte se reduzcan a la mitad. Es decir, si una taza de arroz cocido de unos 200 gramos aporta 240 calorías, podríamos llegar a las 120. ¿Cómo?

El proceso es muy sencillo, aunque requiere dejar reposar el arroz al menos 12 horas.
Roger StowellGetty Images

Es muy sencillo. Según un estudio realizado en 2015, lo único que debes hacer es agregar al agua donde vas a hervir el arroz, un 3% de su peso en forma de aceite de coco. Hagamos cuentas, para una taza de 200 gramos de arroz, habría que añadir al menos 6 gramos de aceite, o lo que es lo mismo, 2 cucharaditas. Según los líderes del trabajo, tras haberlo cocido habría que dejarlo al menos 12 horas reposar en el frigorífico, y la magia ya se habría conseguido.

Pero detrás de todo este proceso, hay un proceso químico a tener en cuenta que tiene que ver con los tipos de almidón que tiene el arroz. Hay dos principales: los digeribles, que nuestro cuerpo convierte rápidamente en glucosa y que se almacenan como grasa si no los quemamos; y los resistentes, que no se descomponen en glucosa en el estómago, por lo que tienen un menor contenido calórico. En su lugar, pasan a través del intestino grueso actuando como fibra dietética y pueden proporcionar todo tipo de beneficios intestinales útiles para nuestra salud.

Los científicos descubrieron anteriormente que el arroz frito o cocinado al estilo pilad parecían tener un almidón mucho más resistente que el arroz blanco común cocido. Por lo tanto, la forma de cocinarlo era importante para que esas propiedades no se perdieran.

¿Cómo dieron con la fórmula?

El equipo probó 8 maneras diferentes de cocer el arroz con 38 tipos distintos de grano de Sri Lanka. Descubrieron que añadir una grasa, como es el caso del aceite de coco, para luego dejarlo reposar, transformaba el resultado final de las propiedades del almidón, haciéndolo más resistente. Además, se dieron cuenta de que el hecho de volverlo a calentar después no suponía un cambio importante en la estructura conseguida.

Según los líderes del estudio, este descubrimiento podría ayudar a la creación de productos precocinados con arroz que contuvieran menos calorías.

¿Dispuestos a probarlo?

Fuente: ScienceAlert

Alberto Pascual García