Los óvulos se aprovechan de que los espermatozoides son golosos y consiguen cazarlos gracias a una mólécula de azúcar. Así empieza la fertilización, según ha descubierto un equipo de investigadores del Imperial College de Londres encabezado por Anne Dell. Los investigadores han hallado que su cubierta está formada por una cadena de azúcares (SLeX) que ayudan al espermatozoide a adherirse, por lo que han denominado este fenómeno “óvulo pegajoso”. La directora del trabajo, Anne Dell, ha explicado que “los detalles que se han descubierto completan una enorme brecha en el conocimiento de la fertilidad y se espera que finalmente ayuden a muchas de las personas que actualmente no pueden concebir”.

La infertilidad afecta a aproximadamente el 20% de las parejas, pero tiene solución en la mayoría de los casos, sólo en un 4% no llega a dilucidarse la causa de la infertilidad. Según las estadísticas de la Clínica Ginefiv, entre el 96% restante, la causa se reparte por igual entre la mujer, el hombre y una combinación de los dos miembros de la pareja.

Redacción QUO