Cuatro meses después del accidente de Fukushima, la radiactividad ha pasado a la cadena alimenticia. Las autoridades de Tokio han detectado carne de vacuno con niveles de cesio radiactivo cuatro veces superiores al límite permitido; tenía 2.300 becquereles de cesio radiactivo por kilogramo frente a los 500 como máximo que se permiten para el consumo humano. Es la primera vez que se encuentra un exceso de este elemento químico en la carne procedente de ganados de la prefectura de Fukushima. Según han informado, la carne procecía de una de las 84 reses que procedían de cinco granjas de la zona.

Los controles establecidos por las autoridades sanitarias han permitido detectar la contaminación antes de que la carne llegara a los hogares.Aunque la contaminación a través de al cadena alimenticia es muy improbable, puede producirse después de accidentes como el de Fukushima; de hecho los habitantes de la zona de Chernobyl consumieron durante semanas productos con cesio radiactivo con graves consecuencias para su salud. Este elemento produce daño celular a causa de la radiación emitida por las partículas del cesio, lo que provoca náuseas, vómitos, diarreas, y hemorragias, como efectos inmediatos. Cuando al exposición es larga o a muy alta dosis, el afectado puede perder el conocimiento, entrar en coma e incluso morir.

Redacción QUO