El tamaño del cerebro depende del aporte de energía realizado por la madre durante la gestación, según un artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Los responsables del artículo, encabezados por Robert Barton, del Departamento de Antropología de la Universidad de Durham (Reino Unido) utilizaron los métodos estadísticos más modernos para correlacionar el tamaño del cerebro, el tamaño corporal, el aporte energético derivado de la maternidad, y las variables de la historia de vida en 128 especies de mamíferos con placenta.

Los investigadores descubrieron que la relación entre el tamaño del cerebro y el del cuerpo se refleja en la inversión energética realizada durante la maternidad. Asimismo, la tasa metabólica de la madre predijo el crecimiento prenatal del cerebro, pero no así el realizado después del nacimiento.

A diferencia de algunas teorías de la evolución del cerebro, los investigadores encontraron poca relación entre el tamaño del cerebro y las variables del ciclo biológico, tales como la duración del periodo juvenil del animal o vida útil.

El estudio también encontró evidencias de una relación inversa entre el crecimiento del cerebro y el cuerpo, o entre el crecimiento del cerebro y el tamaño de la camada. Los autores concluyen que las correlaciones entre el tamaño relativo del cerebro y los rasgos de historia de vida son secundarias a la inversión derivada de la maternidad y las limitaciones de disponibilidad de energía, un resultado que puede conducir a la reevaluación de muchas de las afirmaciones sobre la evolución del tamaño del cerebro de los mamíferos.

Redacción QUO