Se llama Alba, tiene cuatro años y vive en San Fernando (Cádiz). Se trataría de una niña más si no fuera porque ha superado un cáncer gracias al tratamiento con células madre procedentes de su propio cordón umbilical.

Al nacer, sus padres, Santiago y Teresa, decidieron conservar células madre de la sangre del cordón umbilical (SCU) en un banco privado, Crio-cord,y poder usarlo en caso de que tuviera alguna enfermedad. La decisión le ha salvado la vida. En la actualidad, Alba no necesita medicación y puede llevar una vida «casi» normal, aunque debe pasar revisiones médicas.

La sangre del cordón umbilical contiene gran cantidad de células especializadas que permiten la renovación de las células sanguíneas. Si estas células son trasplantadas a determinados pacientes pueden obtenerse prometedores éxitos terapéuticos.

En España, la legislación actual reconoce la capacidad de los padres de guardar la sangre de cordón umbilical (SCU) de su hijo para uso autólogo eventual, según explica la Organización Nacional de Transplantes (ONT). Asimismo, cualquier madre puede convertirse en donante de sangre de cordón umbilical. Las condiciones son que el centro donde nazca el bebé tenga una autorización específica para extraer SCU y que exista un convenio o acuerdo entre la maternidad donde nazca y el banco donde se almacene la SCU.

La ONT ofrece un listado de Maternidades y Bancos de Sangre de Cordón Umbilical autorizados para ello. También se puede enviar la SCU a cualquier banco del extranjero, siempre que se cumplan las condiciones que exige la legislación.

Redacción QUO