Tejidos que se asemejan al intestino humano creados en laboratorio. Es lo que ha logrado un equipo de investigadores del Cincinnati Children’s Hospital Medical Center, de EE.UU., según publican en un artículo de la revista Nature.

El trabajo representa el primer ejemplo de células madre embrionarias humanas utilizadas para la creación en cultivo de un tejido específico de órganos en tres dimensiones (3D), asegura el investigador principal, James Wells.Este avance podría servir, según dicho científico, para investigar las bases moleculares del desarrollo del intestino humano y las enfermedades asociadas a este órgano, y diseñar medicamentos de diseño que se absorben mejor y hacer crecer tejidos para terapias de trasplante.

En concreto, los investigadores utilizaron células madre embrionarias humanas, que pueden convertirse en cualquier tipo de tejido, así como células madre humanas pluripotentes inducidas (iPS) – las células adultas que han sido reprogramadas para comportarse como células embrionarias. Los investigadores obligaron a estas células a transformarse en células intestinales y, a continuación, en las estructuras 3D utilizando una secuencia de factores de crecimiento – sustancias que promueven el crecimiento celular y la especialización. Las estructuras comenzaron a imitar el intestino una vez que fueron colocados en cultivos 3D llenos de una mezcla de diferentes elementos que promueven el crecimiento y el desarrollo en estructuras avanzadas intestinales.

El equipo de Wells trabaja ahora en fórmulas para crear células intestinales nerviosas en cultivo y trasplantar tejidos en modelos de ratón con trastornos intestinales. También planean producir células iPS de pacientes con anomalías congénitas y utilizar el sistema de cultivo para identificar lo que funciona mal durante el desarrollo intestinal. De esta manera podrían ser capaces de corregir el defecto y restaurar el tejido en los pacientes. «Este es un buen primer paso hacia la generación de tejidos de reemplazo para las personas con enfermedades degenerativas del intestino», según Wells.

Redacción QUO