El proceso de toma de decisiones en humanos, según los científicos, se desencadena cuando la evidencia acumulada por una elección en particular llega a un nivel crítico. Pero hasta ahora no se sabía exactamente cómo funcionaba esto. Investigadores de la Universidad de Vanderbilt han descubierto que hay dos grupos de neuronas implicados. Uno de ellos se dedica a acumular pruebas. Cuando la diferencia entre las opciones es tan grande que ya no hay vuelta atrás, se activa el segundo grupo de neuronas. Estas son las encargadas de llevar a cabo el movimiento elegido.

Redacción QUO