No hay peor momento en la vida de un estudiante que el día del examen. Pues bien, un artículo publicado en la revista Science nos da un motivo para enfocarlos de forma más positiva, ya que nos ayudan a recordar lo que hemos estudiado. Según esta investigación, una de las razones clave parece ser que nos damos a nosotros mismos pistas mentales más efectivas cuando somos examinados que cuando solo estamos estudiando.

Las responsables del estudio, las investigadoras Mary Pyc y Katherine Rawson, de la Universidad del Estado de Kent (EE.UU.), llaman a estas pistas mentales “mediadores” y los definen como palabras, frases o conceptos que vinculan una entrada al “objetivo” que estamos tratando de recordar.

Para poner a prueba esta hipótesis, las científicas presentaron a más de 100 estudiantes de colegio universitario 48 pares de palabras en suajili (una lengua africana hablada sobre todo en Tanzania y Kenia) e inglés, tales como “wingu-cloud”. Durante el periodo de estudio inicial, se pidió a los estudiantes que pensaran mediadores que se veían o sonaban de manera similar a la entrada del idioma extranjero y que estuvieran semánticamente relacionados con el objetivo en inglés. En el ejemplo de “wingu-cloud”, “wing” podría ser el mediador.

Los estudiantes que a mitad del proceso de memorización tuvieron que hacer un examen lograron un mejor resultado en la prueba final que los que no fueron examinados. Y, durante ese primer examen, pedir a los estudiantes que recordaran sus propios mediadores mejoró aún más su resultado. Por ello, realizar un examen previo antes del examen real podría servirnos para sacar mejores notas.

Redacción QUO