El escáner cerebral de un boxeador con una larga carrera y el de un enfermo de alzhéimer podrían confundirse. Los golpes que sufren los deportistas son de alto riesgo, y producen microhemorragias que afectan a la corteza cerebral, la misma zona que resulta dañada en demencias como el alzhéimer. En el cerebro de los boxeadores, igual que en el de los enfermos, están alteradas las proteínas tau, las encargadas de regular el tráfico entre las células nerviosas, según The New England Journal of Medicine.

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Hemorragia en la corteza cerebral de un boxeador.

Redacción QUO