¿Por qué los políticos acaban perdiendo el contacto con la realidad y haciendo oídos sordos a la calle? Según el ex dirigente británico y neurólogo David Owen, los mandatarios que llevan tiempo en el poder acaban sufriendo el síndrome hubris (en griego, orgullo), con síntomas como considerar que el que se opone a él o a sus ideas es su enemigo.

Por cierto, afecta más a los hombres porque, dice Owen: “Son muy sensibles al halago y toleran mal la frustración”.

Redacción QUO